Espiritualidad,  Motivación

Abre Camino a Tus Promesas

El futuro es algo que todos deseamos conocer, por el simple hecho de que anhelamos saber que sucederá en nuestras vidas a largo plazo. El desconocer que acontecerá nos trae muchas incertidumbres. Pero, ¿Qué obtenemos con descubrir lo que va a acontecer? ¿Se imaginan que podamos conocer de antemano cada detalle de nuestras vidas? Sería totalmente aburrido y rutinario. Que sentido tendría nuestra vida si conocemos lo que vamos a vivir cada día. Se convertiría en una vida rutinaria, esforzada y sin sentido. Lo maravilloso de la vida es poder aventurarse en el día a día. Descubrir nuevas experiencias, nuevas relaciones y nuevas habilidades.

No importa lo que realicemos no hay forma de saber con precisión que va a acontecer en nuestro futuro. El intentar predecir nuestro futuro solo nos provoca ansiedad y nos limita de un presente. Me gustaría compartir contigo una nueva visión del futuro. En mi carácter personal trato de ver mi futuro como una promesa que Dios hizo conmigo desde el momento en que me creó. Una promesa es un acuerdo entre dos partes a través del cual una de ellas se compromete a realizar algo antes del vencimiento de una fecha de plazo.

Me gusta ver que mi futuro ya esta destinado bajo una promesa de Dios, que tiene vigencia y se va cumpliendo en su determinado tiempo. Mientras, llega esa fecha de cumplimiento disfruto de cada bendición recibida día a día. En adición provoco decisiones y cambios que abran el camino a que cada una de ellas se cumplan. A veces, no vemos que nuestros anhelos se estén cumpliendo y tomamos una actitud de reclamo. Pero, no nos detenemos a evaluar que puede estar atrasando el cumplimiento de esa promesa. No podemos recibir algo nuevo en nuestras vidas si no le damos espacio. Queremos recibir bendiciones en nuestra vida pero, les limitamos el espacio con actitudes y/o acciones que no le dan cabida. Deseamos cambios en nuestras vidas y ver esas promesas sin entender que los cambios los provocamos solo nosotros.

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¿Deseas abrir camino a tus promesas?

  1. Reconoce que hay promesas para tu vida: Tu vida esta llena de promesas ya cumplidas y otras en proceso. Cuando llegue la ansiedad sobre que puede pasar, recuérdale que todo va a estar bien porque Dios hizo promesas sobre tu vida. Promesas que son de bien y no de mal.
  2. Escribe la promesa: Haz una lista sobre cada promesa y meta cumplida. Te darás cuenta de cuan bendecido has sido. Pero, has una segunda lista sobre cada una de esas cosas que deseas y confía en que se cumplirán en el tiempo que está determinado para recibirlas. Y cuando sientas que te abruma la decepción ve y revisa tu lista.
  3. Desarrolla un plan: Evalúa que cosas debes eliminar para dar espacio a las nuevas que llegarán a tu vida. Como por ejemplo: experiencias del pasado que nos llevan a juzgar nuestro futuro, relaciones que seguimos perpetuando y arrastrando con la esperanza de que habrán cambios y solo lo que hacen es detenernos, ambientes que son necesarios cambiar porque nos llenan de frustración, desánimo y estrés. Desarrolla un plan de acción, para contrarrestar cada uno de los ataques de la vida que intentan obstaculizar tu camino y abrir paso a nuevas experiencias.
  4. Enfócate en la Promesa: En vez de enfocarte en descubrir que va a pasar en tu futuro, enfócate en que Dios ya determinó un plan para tu vida, lleno de promesas que se cumplirán en el tiempo establecido y tu serás testigo de cada una de ellas.

Solo cree que en tu vida hay una promesa reservada para ti, la cual se cumplirá. Recuerda el día de ayer es solo un recuerdo, pero el mañana es una promesa.

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