Sacúdete el Polvo

En muchas ocasiones nuestro afán de vida nos lleva a vivir bajo rutinas y nos limita de separar espacios para organizarnos, provocando que olvidemos cosas que tenemos que hacer o nos gustan realizar. El problema es que cuando dejamos en el olvido las cosas que tenemos, estás comienzan a llenarse de polvo. Así es en nuestra vida, dejamos al olvido nuestras pasiones, deseos y sueños, dándole espacio al polvo a que se adueñe de nosotros y nos convierta en personas cargadas de polvos emocionales.

En nuestro caminar por la vida dejamos espacio a que el polvo se nos vaya pegando y acumulando, provocando que andemos arrastrando un peso adicional en nosotros. El polvo es un cúmulo de partículas sólidas que si no se limpian a tiempo se continúan acumulando hasta convertirse en una gran montaña de polvo.

¿Saben? El polvo que se encuentra en la tierra proviene de varias fuentes, por ejemplo: polvo que se encuentra en el suelo y es levantado por el aire, incendios, erupciones volcánicas y/o contaminación. Siendo considerado como el responsable de enfermedades alérgicas y pulmonares. En nuestra vida el polvo representa todas esas experiencias que se han levantado provocándonos grandes incendios emocionales, contaminaciones en nuestras relaciones y hasta enfermedades psicosomáticas. Es aquello que nos hace sentir insignificantes, tristes, cargados y sin valor. El polvo es todo ese pasado lleno de experiencias desagradables, de culpas y temores, inseguridades y conflictos que hemos ido arrastrando a través de nuestro caminar por la vida.

El polvo son esos pensamientos negativos y distorsionados, esas relaciones conflictivas que seguimos perpetuando, ciclos dañinos que no cerramos, conductas adictivas, la soledad y sentimientos de culpa que no hemos podido sacudir de nuestra vida. Llenándonos de rencores, odio, venganza, envidia, celos, baja autoestima, desánimos, entre otros. Esto solo nos lleva a ser esclavos en las tres áreas de nuestras vidas: cuerpo, alma (emociones) y espíritu. El polvo es ese obstáculo que ha tapado el diseño original de quienes somos y que nos ha limitado de poder disfrutar de nuestro caminar y avanzar a nuestra meta.

¿No crees que es tiempo de sacudirnos todo ese polvo?  No se si te has dado cuenta, pero amo las definiciones. No porque sea la más intelectual, si no porque he aprendido a darle significado a mi vida a través de ellas. Así que, ¿cómo podemos definir sacudir? Algunos diccionarios lo definen como el “mover violentamente de un lado a otro una cosa” y otros como el “golpear una cosa o agitarla hasta sacarle el polvo y limpiarla”.  Esto quiere decir que sacudir es un acto de acción inmediata y brusca que requerirá de algunos golpecitos para remover todo lo que está ensuciando nuestra vida y así poder limpiarla y llevarla a su estado original.

Sacudir es soltar y remover todo lo que te hace daño.  Es decidir desligarnos de esa esclavitud que nos ha detenido, desorientado, desubicado y que no nos ha permitido avanzar en nuestra vida. Lo básico que debemos hacer, es reconocer que estamos llenos de polvo. Luego, tomar la decisión y acción de sacudirnos el polvo del pasado, de esos pensamientos negativos, de los miedos y fracasos, de nuestros errores, de esas relaciones tóxicas, de la auto compasión y de la lástima. Levantarnos, movernos, sacudirnos y darnos esos golpecitos de estimulación y motivación para volver a nuestro estado original.

¿Como quieres seguir viviendo? ¿Arrastrado y lleno de polvo? o ¿Caminado libremente y sin polvo? Definitivamente: ¡Libre de polvo! Cuando uno se levanta y se sacude el polvo; uno brilla y resplandece. En el camino de soltar siempre te vas a encontrar con obstáculos que harán más difícil el proceso, pero si te mantienes decidido a soltar, serás libre, podrás levantarte de los problemas o circunstancias y seguir tu camino a cumplir tu propósito de vida. Recuerda que Dios no nos creó para vivir llenos de polvo, sino que fuimos creados para vivir en libertad, brillar y resplandecer.

Hoy: Sacúdete el Polvo y Despierta Tu Pasión…